Fútbol - Imcreible pero real, Murio el masajista de Racing a causa de un rayo
El fútbol, de luto: Racing entrenaba normalmente hasta que una
tormenta eléctrica se desató y un rayo fulminó a César Nardi, histórico
masajista de la Academia. Olé estaba ahí y ésta es la crónica escrita
desde el infierno.
Sentí el miedo, la desesperación. Fui testigo de cómo un grupo de
40 personas huía despavorido, con caras de pánico y buscando un refugio.
Se oían estruendos. Parecía un bombardeo. Jamás olvidaré las caras de
Lugüercio, Martínez y Pillud, los tres que corrían desencajados detrás
mío y me alcanzaron en la entrada del lobby. Imaginé que la tormenta
eléctrica que cubrió el cielo de Open Door sólo había asustado. Pero me
equivoqué...
El cielo terminó de cubrirse de negro a las 18.10. A
lo lejos, los rayos eran lo único que le daban color al horizonte. Los
estruendos eran cada vez más seguidos. Escuché tres, cada vez con más
potencia. Lo peor se acercaba. El grupo de periodistas que cubre a
Racing estaba tan desprotegido como el plantel. Por eso decidimos
adelantarnos y emprender la huida un minuto antes que los jugadores. Y
esos 60 segundos, toda una eternidad, fueron fatales. De pronto sentí
gritos, corridas. Vi esas caras de horror y sólo atiné a empujar la
puerta que conecta al hotel con las canchas del predio. Estábamos todos
mojados. El corazón me latía a mil cuando vi una imagen que quedará para
siempre en mis retinas. A lo lejos, en medio de una las canchas, mis
ojos encontraron un cuerpo inmóvil. Enseguida lo socorrió el doctor
Walter Mira y con ayuda de algunos utileros lo subieron a una traffic
con destino incierto, pero a toda velocidad. Me di cuenta de que había
pasado algo muy grave y el silencio sepulcrar inundó todo.
Un rayo
alcanzó un grifo de metal, utilizado para regar las canchas, y el
rebote fulminó a César Nardi, histórico masajista de la Academia. No lo
puedo creer, nadie lo puede creer. El, también utilero, de 61 años, fue a
buscar una pelota cuando la descarga eléctrica cayó a su lado y le
causó una muerte instantánea. La reanimación que intentaron hacerle
camino al hospital de Luján fue en vano. Con parte del cuerpo quemado,
la descarga le produjo un paro cardiorrespiratorio. Sus zapatillas, con
un agujero en cada una, denotan que el rayo hizo estragos en su cuerpo.
Fue a las 19.36 cuando el club confirmó el deceso. Antes, el presidente
Molina había atinado a decir que “está complicado, pero la está
luchando”.
Recién ahora me empiezan a caer algunas fichas. Me
acuerdo de algunos detalles que la confusión me hizo olvidar en un
primer momento. Reflexionando, me vienen a la mente las palabras de De
Olivera, el aviso de Toranzo y la mirada temerosa de Pillud. El arquero
fue compañero de Giovanni Hernández en Colón y apenas vio los nubarrones
dio un aviso de peligro. Claro, el colombiano le había contado lo que
vivió en su país, cuando un rayo mató a dos compañeros, y lo inquietó.
El Pato también estaba preocupado y dejó en claro su malestar. Por eso,
el Profe Cinquetti estaba terminando la práctica. Algunos titulares ya
estaban llegando a un lugar seguro, pero los chicos de Reserva, los
técnicos y Nardi, entre otros, aún estaban en medio del campo. También
vi a Yacob, quien se encontraba dentro del edificio y al oír gritos
apareció corriendo. Hay otros que no vi, pero sé que también la pasaron
mal. Braian Lluy tuvo que ser internado por un shock emocional (era
quien estaba más cerca de Nardi) y sufrió un mínimo rebote del rayo, al
igual que Mauro Dobler (tercer arquero) y Valentín Viola (delantero de
Reserva); aunque todos fuera de peligro y lúcidos. Matías Cahais no
paraba de llorar... A Miguel Russo lo vi justo cuando se fue junto a su
ayudante para Luján. Estaba pálido. Yo seguí su camino sólo un par de
minutos más tarde.
Foto 1: Jorge Cesar Nardi, masajista fallecido de Racing.
Foto 2: Russo y colaboradores en la puerta del hospital.
Fuente y Foto: Diario Deportivo Olé.-
Posted by orandeportivo
on 09:53. Filed under
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