Dakar 2011 (cuatri) - El patrón del Dakar

El mayor de los hermanos Patronelli, una edición después imitó a Marcos y también salió campeón en cuatri. Ellos son los únicos argentinos que ganaron este rally. Históricos.

Imaginate si ese día abandonaba. Hoy estaba en mi cama tapado hasta la frente, ja”. Alejandro Patronelli todavía recuerda su día de furia en el Dakar 2011, cuando diez kilómetros después de arrancar el especial de Arica a Antofagasta se pegó un palo que lo hizo enfilar de nuevo hacia la largada. Si no quisiera recordar el momento, probablemente con sólo mirarse la mano derecha hinchada caería en la misma evocación.

Ahora, que es campeón, mira hacia atrás con una mueca de sonrisa que sólo podría sacarse con la ayuda de un cirujano. “Todavía no caigo, me cuesta creerlo. Hace como diez años que no gano un título de nada además, ja (desde el Enduro de verano de 1999), no estoy acostumbrado”, dice el de Las Flores. “No entiendo cómo llegué hasta acá, te juro que el desahogo más grande que tengo es el de llegar hasta el final más que el tema del título. En serio, mi idea era llegar, no ganar”, agrega.

El título quedó en familia. Allá atrás se lo ve a Marcos, ya más relajado. “Es tuyo, loco, es tuyo”, le dice al hermano. Fue el traspaso simbólico de la corona. De hermano a hermano. De Marcos a Alejandro, el grande. El gen Patronelli puede estar orgulloso: los de Las Flores son los únicos que ganaron el Dakar con la albiceleste alguna vez.

Durante todo el rally, cuando al mayor de los hermanos se le consultaba por el primer puesto y sus posibilidades de campeonar, Alejandro tenía la respuesta evasiva preparada. Ahora, que es campeón, lo puede decir: “Sí, soy el mejor. Puse el apellido en lo más alto de nuevo. Ahora los pibes de 6 ó 7 años pueden decir que quieren ser como los Patronelli, ja. Gané el Dakar, le gané al Dakar, en realidad”.

Patronelli ve en el Dakar una suerte de encarnación del mal; es un enemigo, tramposo. “La verdad que odié al Dakar con todas mis fuerzas, lo odio. Te gana, te gana por cansancio, es como ir a una guerra, sólo que acá no peleas contra un tipo o mil, si no contra la carrera en sí, y contra vos mismo y tu mente. Si te caés mentalmente, fuiste”.
Foto: Alejandro Patronelli.

Fuente: Diario Deportivo Olé.-

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